Desde hoy, 15 de marzo, se pueden consultar desde el móvil los datos necesarios para poder hacer el IRPF. Es una aplicación disponible para usuarios con dispositivos con sistema operativo IOS y Android.
Al hilo de esta novedad, sobre la cual ya hablamos recientemente en el blog, sirva este post para que ver cómo han cambiado los tiempos a la hora de hacer la Declaración de la Renta en los últimos 30 años.
Antes de la década de los 90 (siglo pasado), cuando comenzaba la tan temida por los contribuyentes campaña del IRPF, la inmensa mayoría de profesionales y asesores fiscales veían con cierta desesperación y frustración cómo una gran parte de los días de mayo y junio se convertían en un auténtico tormento por el excesivo números de horas que debían estar trabajando (labor que en ocasiones era improductiva por lo exiguo de aquellas minutas).
En aquellos años, la renta se confeccionaba trágicamente a mano y haciendo obligatoriamente, además, el pertinente doble cálculo: la declaración individual y conjunta.
Hasta tres declaraciones había que confeccionar en casos de matrimonios (menos mal que por aquél entonces no había escalas autonómicas).
Una vez concretada la mejor opción fiscal, se trascribían a mano en una copia del impreso y, finalmente, se traspasaban a las máquinas de escribir. Se avisaba al cliente, quien tras ojearla, ya se encargaba él personalmente de presentarla.
Eran tediosas jornadas en las que algunos profesionales, para culminar tan laborioso trabajo, hasta se veían en la obligación de contratar secretarias -algunas provenientes de notarías-, en sus ratos libres. Dicho trabajo se ralentizaba y se paralizaba cuando en muchas ocasiones se tenía que recordar al contribuyente-cliente que aportara algún documento que faltaba, ya que sin él nada se podía finiquitar y no “se podía meter mano” a su declaración. ¡Ay aquellas carpetas voluminosas “AZ” de los empresarios…!
A finales de los 90, afortunadamente, cuando empecé a trabajar ya se venían aplicando determinados programas informáticos que ayudaban a acelerar la confección del IRPF, no así la presentación que seguía siendo en persona. No obstante, aún recuerdo en mis inicios y durante varios años, las noches toledanas de junio haciendo declaraciones de renta.
Posterior y afortunadamente, hubo una importante revolución gracias a la remisión por parte de la AEAT de los datos fiscales de cada contribuyente, lo que supuso un alivio maravilloso por cuanto ahorraba enorme tiempo y evitaba no paralizar la declaración cuando algún cliente despistado no aportaba algún documento que antiguamente era de vital importancia (un certificado de retenciones de la empresa, por ejemplo).
Luego vinieron, descongestionando mucho el trabajo, los borradores de declaración de la propia AEAT que permitieron que determinados contribuyentes (no todos), aparte de ahorrarse la minuta del profesional, dieran el visto bueno a la declaración que la AEAT les remitía a sus domicilios sin necesidad, además, de acudir a la casa del “Gran Hermano” tributario al poderla presentar por vía telemática.
Hasta entonces se podía confirmar el borrador o realizar la declaración mediante programas al efecto (el más común, el PADRE), para lo que era necesario descargarse los programas e instalarlos, pudiéndose sólo utilizar en ordenadores.
De cara a una mayor agilización electrónica, Hacienda implantó para la campaña de renta 2015 un novedoso sistema de nombre “RENTA WEB”, que vino a provocar la eliminación del borrador del IRPF para determinados contribuyentes (no todos). Es una herramienta que fusionó el Programa PADRE y el referido borrador, lo que permitió acceder a la declaración del IRPF en cualquier dispositivo (smartphones, tablets….), y ello sin descargar ningún programa, permitiendo la confección del IRPF directamente desde la web de la AEAT agilizando considerablemente el proceso.
Esta implantación supuso que quienes optasen por seguir recibiendo el borrador de manera física lo podrían hacer ya que a esa fecha había gran porcentaje de contribuyentes que no tenían o no podían acceder a internet.
Para la campaña de renta 2016 desapareció el Programa PADRE y ya el vigente RENTA WEB quedó aplicable para todos, incluidos contribuyentes con actividades económicas.
Y para este año 2017, ya se han previsto las novedades que citamos en nuestro post: Hacienda quiere que se presenten las declaraciones de renta – las más sencillas – a través de una aplicación en el móvil y ya no se emitirán aquellos famosos borradores.
Como veis, la evolución en la confección y presentación del IRPF ha sido meteórica en apenas 30 años, donde la AEAT, que dispone de los mejores medios materiales y base de datos del mundo – reconocido por expertos fiscalistas y centros de estudios tributarios – , ha ido constantemente implantando mejoras para desembocar en medios electrónicos en aras una mejor gestión y agilización del servicio en pro de los contribuyentes y, porque no decirlo, también en claro beneficio suyo.
Como dijo el historiador e ideólogo, Murray Boockhin, “tenemos que preocuparnos en inventar una tecnología creativa que contribuya a mejorar el mundo natural al mismo tiempo que mejora el modo y la calidad de nuestras vidas.”
Y esto es lo que está llevando a la práctica de forma vertiginosa en los últimos años la propia Agencia Tributaria en aras a una mayor comodidad para todos.
Sabe Dios qué nos encontraremos dentro de una serie de años. Hasta entonces y a corto plazo, es menester que todos nos pongamos las pilas en materia tecnológica ya que es lo que nos espera irremediablemente en todos los ámbitos de nuestra vida, no sólo en el ámbito fiscal.